Por José López
Bajo un clima de unidad y consignas fervientes, cientos de dirigentes comunitarios y campesinos marcharon este domingo desde el Parque Enriquillo hasta el Palacio Nacional en una manifestación convocada para defender los recursos naturales y rechazar los proyectos mineros en el país.
La movilización, denominada «Por el Agua y la Vida», sirvió como una muestra contundente del descontento social frente a la expansión de la minería.
Los manifestantes, representando a decenas de organizaciones ambientales y sociales, alzaron sus voces con consignas como «¡No a la minería, sí a la vida!» y «El agua vale más que el oro
La columna de manifestantes partió en la mañana desde el Parque Enriquillo y avanzó por las avenida 27 de febrero de la capital hasta llegar frente al Palacio Nacional. En ese punto, la actividad concluyó con la lectura pública de un manifiesto que recogió las exigencias de los grupos presentes.
Entre los puntos centrales del documento se exige al gobierno la prohibición total de la minería en ecosistemas críticos como la Cordillera Central, la cancelación de proyectos específicos como Los Romeros y la minera Barrick Gold, y la protección absoluta de las cuencas hidrográficas frente a la privatización y la contaminación.
Los organizadores señalaron que la marcha representa el inicio de una etapa de movilizaciones permanentes hasta que las autoridades atiendan sus reclamos, subrayando que la defensa del agua es una cuestión de supervivencia para las comunidades.
El evento transcurrió de manera pacífica, marcado por la diversidad de organizaciones unidas bajo una misma causa: la protección del medio ambiente y la vida frente a la explotación extractivista.
