Los residentes de la comunidad de Hato Nuevo Cortés, en la provincia de Azua, han alzado su voz de protesta para exigir al gobierno una indemnización justa por los daños que, aseguran, han sufrido en sus propiedades y tierras de cultivo a causa de la construcción y operación de la presa.
A pesar de haber elevado sus quejas en múltiples ocasiones a las autoridades locales y nacionales, los habitantes de Hato Nuevo Cortés afirman que solo han recibido promesas sin concretar y soluciones temporales que no abordan el problema de fondo. La paciencia de la comunidad se ha agotado.
Firmeza en la Protesta
Con consignas y pancartas, los manifestantes han dejado claro que su lucha es a largo plazo. “No nos rendiremos hasta que se nos escuche y se nos compense como corresponde. Esto no es un capricho, es un derecho”, afirman.
Exigen la presencia de representantes del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) y de otras instancias gubernamentales para realizar una evaluación técnica imparcial de los daños y establecer un plan de compensación económica para las familias perjudicadas.
Hasta el momento, las autoridades competentes no se han pronunciado oficialmente sobre las demandas de la comunidad. Mientras tanto, los residentes de Hato Nuevo Cortés prometen intensificar sus medidas de protesta si no obtienen una respuesta clara y favorable en el corto plazo, asegurando que su determinación es inquebrantable.
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